Los mamíferos son quizás el grupo biológico más reconocido por los seres humanos, no solo porque hacen parte de este, sino además porque allí pertenecen especies carismáticas como la ballena, el león, el jaguar, el elefante, la mayoría de las especies domesticas entre otras. No obstante, en la gran diversidad de este grupo, existen otras especies no tan queridas por las personas como es el caso de los murciélagos, e incluso muy desconocidas como los murciélagos blancos. Estos murciélagos, también llamados fantasmas, por su particular color blancuzco, característica ésta, que junto a su morfología y comportamiento los han convertido en un grupo de especial interés para el desarrollo de investigaciones científicas.

Los murciélagos fantasmas comprenden 4 especies (Diclidurus albus, D. scutatus, D. isabella y D. ingens), que junto a otras 51 especies conforman la familia Emballonuridae. A excepción D. isabella las otras tres especies se encuentran en Colombia, hasta ahora solo reportadas en los departamentos de Caquetá y el Chocó. Por lo anterior, la documentación del conocimiento sobre la distribución y la ecología de estas especies aún es escasa, no obstante, aportes importantes han sido sumados a partir de la documentación del primer registro de D. ingens para la vertiente occidental de los Andes en la región del Chocó Biogeográfico, por investigadores del grupo de Manejo y Gestión de la Vida Silvestre de la Universidad Tecnologica del Chocó; al punto que hoy la Colección de mastozoología de esta misma Universidad, con 4 ejemplares es la que alberga el mayor número de individuos del género Diclidurus en Colombia.

Diclidurus ingens, tiene la particularidad de volar alto durante la noche, a nivel del dosel de los árboles, a alturas inusualmente altas en comparación con otras especies de murciélagos. Se alimenta principalmente de insectos, demostrando una preferencia notable por ciertas especies de polillas, favoreciendo el control de poblacional de estas y contribuyendo así al equilibrio ecológico en los ecosistemas.

Investigaciones recientes han comenzado a arrojar luces sobre la notable interacción entre D. ingens y su hábitat, especialmente en hallazgos clave sobre su capacidad de adaptación a las fluctuaciones del medio ambiente; estudios demuestran que esta especie presenta una adaptabilidad sorprendente frente a los desafíos impuestos por el cambio climático. Específicamente, se observó que la especie es capaz de ajustar sus patrones de forrajeo y comportamiento migratorio en respuesta a los cambios en las condiciones ambientales, esto implica una notable plasticidad en sus estrategias de supervivencia, lo que les permite prosperar en condiciones cambiantes.

Lo anterior sugiere que esta especie pueda ser usada como indicadora de la salud del ecosistema y clave en evaluaciones de adaptación al cambio climático. Esto demuestra la importancia de proteger especies como D. ingens, que desempeñan un papel crucial en la adaptación ecológica a este cambio global. Se requieren más estudios para entender completamente la biología y ecología de los murciélagos fantasmas y para aplicar estos hallazgos en estrategias de conservación.

Natalia Palacios murillo

Alex Mauricio Jimenez Ortega

Leison Palacios Mosquera

Yucely del Carmen Copete Mosquera

Orfelina Ríos Medina

Curadores de la colección Teriológica de la UTCH-Investigadores del Grupo de Investigación Manejo y Gestión de la Vida Silvestre el Chocó.