observatorio-de-violencia-y-conflictos-de-quibdóPor: Wagner Rivas Ramírez –Coordinador
Carmen Julia Correa Arias- Directora de Observatorio

El Observatorio de Violencia y Conflicto de Quibdó adscrito al Grupo de Investigación de Paz y Posconflicto, de la Facultad de Derecho - Universidad Tecnológica del Chocó Diego Luis Córdoba, presenta este escrito con motivo de la conmemoración de los 16 años de los hechos que dieron lugar a la hoy denominada  “Masacre de Bojayá”,  ocurrida el día 2 de mayo de 2002, considerada uno de los más atroces crímenes de lesa humanidad presentados no sólo en Colombia sino en el mundo, donde según datos del Centro de Memoria Histórica, murieron 80 personas (entre ellos 48 niños y niñas), luego del enfrentamiento entre grupos armados guerrilleros de las FARC-EP y grupos paramilitares de las AUC, los guerrilleros al mando de Iván Márquez, quienes lanzaron un cilindro bomba contra la iglesia de Bellavista (casco urbano del municipio de Bojayá), en donde la población civil se refugiaba del cruce de disparos, entre estos dos grupos dada la creencia, que el material del cual estaba construida la iglesia,  evitaría ser alcanzados por los proyectiles. Esta acción violenta se convirtió en una de las mayores violaciones a las normas del Derecho Internacional Humanitario por parte de estos grupos armados, así como las fallas del Estado colombiano en su obligación de velar por la integridad de esta comunidad.

Con la consolidación del Acuerdo de Paz firmado con la FARC-EP, hoy se hace necesario hablar de los derechos que les asisten a las víctimas de dicha masacre, principalmente aquel que se considera el centro del Acuerdo, cual es el “Derecho a la Verdad”, entendido como base fundamental del proceso de justicia transicional y como reparación a las víctimas, para la cual María José Fariñas, citando a Aristóteles en el libro V de la Ética de Nicómaco, hace referencia “al deber de la memoria, que es el deber de hacer justicia mediante el recuerdo que ha sido objeto de injusticia”. Puntualizando que el derecho a la memoria no es solo conocer o saber los hechos , sino que va mucho más allá de saber a profundidad lo que ocurrió no solo para victimizar u obtener reparaciones, sino para construir principios de convivencia en el futuro, con garantías de NO REPETICIÓN,.

Revivir los hechos fatídicos ocurridos el 02 de mayo de 2002, no solo se hace con la finalidad de recordar el pasado, sino en aras de mirar el futuro que queremos forjar, con el deseo de encontrar una paz estable y duradera, que nos reclama memoria, no olvidar y conocer a profundidad lo que ha pasado.

Esta fenómeno nos encamina a tener una Memoria Obligada, que no solo representa el deber de todo ser humano de recordar los horrores y las injusticias cometidas contra los habitantes de esta población, sino recordárselos también, a los jóvenes que no alcanzar a medir la magnitud de esta masacre, para que estos hechos JAMAS se vuelvan a repetir.  ¡El derecho a la memoria lucha contra el olvido!